martes, 26 de febrero de 2008

Alfonso Torres Ulloa expone en La Habana sobre Terrorismo


Alfonso Torres Ulloa participa en la ciudad de La Habana en el Seminario Internacional sobre Retos y Desafíos del Derecho frente al Terrorismo y el Derecho Penal del Enemigo, durante los días 18, 19, 20 y 21 de febrero del 2008.

Torres Ulloa expuso el tema Terrorismo e Injerencismo, ante un escenario compuesto de delegados de diferentes países (Cuba, México, Bolivia, Palestina, Rep. Dominicana, entre otros) y la presencia de las madres de los cinco héroes cubanos prisioneros del imperio, al igual que Adriana, la esposa de Gerardo Hernández Nordelo, le imprimió un carácter muy especial y de alta sensibilidad.
Los familiares de los Cinco tienen una confianza en su pueblo y en la dirección del país en la lucha por el retorno de los héroes y sobre todo están orgullosos del trabajo y del sacrificio de sus hijos por el bien de
la patria, son hijos dignos.


De igual modo expuso Jaime Rodríguez, del Partido de los Trabajadores de República Dominicana.
En ésta foto, de izquierda a derecha, doña Mirtha, la madre de Antonio Guerrero, Alfonso Torres Ulloa, doña Magaly, la madre de Fernando, doña Irma, la madre de René, la magistrada Marily Fuentes, del Tribunal Supremo Popular de Cuba y el Lic. Jaime Rodríguez.
Alfonso Torres Ulloa destacó en su intervención los momentos estelares de la lucha de su país cuando los Estados Unidos han pisoteado groseramente el suelo de Quisqueya, en tal sentido puso como ejemplo a Don Gregorio Urbano Gilbert, un hombre de pueblo que encarno la resistencia militar cuando la primera ocupación militar norteamericana en los años del 1916-1924 y fue calificado de Gavillero, en tono despectivo por las fuerzas de ocupación, así como hoy llaman terroristas a quienes resisten en Irak y Afganistán. Pero este Gregorio Urbano Gilbert al concluir la ocupación militar Yanqui en Santo Domingo, se trasladó a Nicaragua y se incorporó al ejército del general de Hombres Libres, Augusto César Sandino y fue parte de su Estado Mayor en la lucha contra la ocupación Yanqui de aquél país. Luego, en el año de 1965, cuando la segunda intervención norteamericana en Santo Domingo, Urbano Gilbert fusil al hombro se incorporó al pueblo en armas para resistir a las fuierzas de ocupación.
Es don Gregorio Urbano Gilbert un símbolo de la resistencia antiimperialista, un antillanista, un patriota.

miércoles, 13 de febrero de 2008

DUARTE, RETO DE LOS DEMOCRATICOS

El escritor Alfonso Torres Ulloa pone a circular su obra "Duarte, reto de los Democráticos, en un acto celebrado en el Colegio de Artistas Plásticos, en la calle El Conde, de la capital Dominicana, en la foto aparece el autor con Don Víctor Villegas, Presidente del Movimiento Cultural Cacibajagua y Premio Nacional de Literatura, quien ponderó positivamente la labor intelectual de Torres Ulloa.
En la foto se aprecia la portada del libro DUARTE, RETO DE LOS DEMOCRATICOS, el cual generó entre los presentes los mejores comentarios. En el país se celebra el mes de la patria, pero el autor de la obra destacó que de Juan Pablo Duarte hay que hablar todos los días del año, pues es el referente moral y ético por excelencia, que en los días que vivimos marcados por una gran crisis de carácter moral es urgente ir a la raís duartiana, que vale decir ir a la propia raíz de la República, "sólo con Duarte es posible reconstruir la nación".
El autor en el momento en que se dirigía al público para agradecer su presencia y el respaldo que siempre le han dado. Hizo un ponderado análisis del reto que tiene la izquierda dominicana de volver al pensamiento y al ejemplo del Patricio y así reencausar el hacer político en la República, pues un cambio de rumbo es necesario y trabajando a partir del ejemplo inmaculado de Duarte podemos construir un proyecto político unitario y de confianza en el seno del pueblo. Los invitó a constituirse en una gran cola de la nación y dejar de ser cabezas de ratones en una cuevita política, refiriéndose a la cultura que marca la división histórica de los revolucionarios en el país donde cada quien es cabeza de un grupo minúsculo por el afán de cada cual quiere ser dirigente aunque no dirija a nadie.
Una vista parcial del público, entre los que se destacan los dirigentes Ramón Almánzar y Virtudes Alvarez, dos de los principales dirigentes de la izquierda conjuntamente con Iván Rodríguez. Asimismo estuvieron presentes los juristas Juan Francisco de la Rosa, Aurora Peña, Miguel Núñez, Cornelio Ciprián y Mónico Sosa; los ingenieros Danilo Severino, Edy Matos y Miguelina Jiménez; los Dres. Bernarda Torres y Santiago Muñiba.


Palabras de Autor.-

Estas notas tienen como objeto llamar la atención a los democráticos para la reflexión necesaria alrededor del padre de la patria, pues en nuestra consideración hay un olvido que constituye una deuda histórica con la memoria del patricio.

Por ese olvido y deuda la patria sufre las calamidades que acogota a sus ciudadanos, dado que si Duarte fuera nuestro guía en la acción política la nación fuera próspera y la dominicanidad asentada en los corazones de los nacionales.

Sin embargo, los democráticos quedamos atrapados, con las mejores intenciones, en los valores foráneos que no ayudaron en la necesaria unidad para alcanzar propósitos de país, de nación, de valores espirituales con identidad.

De ahí que en los últimos 37 años hemos hecho promoción a extraordinarios pensadores y revolucionarios de la humanidad, como Marx, Lenín, Mao, Fidel y sobre todo al Ché. T-Shirt con la imagen del Ché hemos usado en el país por cientos de miles en estos años, sin embargo no hay en nuestras calles un pecho de dominicano cubierto con una imagen del patricio.

Ojalá y todo empiece a cambiar y por doquier tengamos la imagen venerada del hombre que su solo nombre es la patria: Juan Pablo Duarte.

Es vital, urgente, recurrir a El y lo que representa en el pensamiento y como Símbolo para la unidad de propósitos de los dominicanos que anhelamos una patria realmente libre y soberana, en la que cada uno de sus hijos se sienta vivir con dignidad y no tenga que irse de su tierra por motivos intrascendente.

Cierto que Patria es Humanidad(1), pero la Patria ante todo(2) y la patria es Duarte. Honremos su memoria y sobre todo completemos su obra.

Duarte no cabe en las manos de los políticos que se tragan el país, es agua que se les va.

Duarte representa lo más avanzado y puro de nuestra historia, es el paradigma por excelencia; es la fuente para reencausar la vida social, moral e institucional de la nación.

Los políticos que han saqueado la nación, que han vendido o hipotecado la soberanía, que son serviles al poder extranjero no son dignos de llamarse duartianos, a ellos se refirió el Apóstol y lo definió como la fracción miserable y son los mismos desde Santana, Bobadilla y Buenaventura Báez hasta Balaguer, Leonel e Hipólito.

Los democráticos debemos reivindicar y rescatar a Duarte, su Pensamiento y su Obra. Es la hora que nos llama.

Alfonso Torres Ulloa pone a circular Obra de Duarte

El poeta y escritor Alfonso Torres Ulloa puso a circular el pasado lunes 11 de febrero su libro "Duarte, reto de los Democráticos", en un concurrido acto en el local del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos y en la prersentación hicieron uso de la palabra el Dr. Víctor Villegas y el señor Iván Rodríguez, quien prologó la obra.
Don Víctor Villegas ponderó las cualidades de intelectual comprometido con los más nobles intereses de la patria del autor.
Al tiempo que dijo identificarse con los criterios del autor de reivindicar la ética duartiana. De igual modo ahondó en la crisis de valores y fundamentalmente en el sistema educativo nacional que afectan a la sociedad dominicana.


En esta oportunidad dejamos las palabras de presentación pronunciadas por Don Iván Rodríguez.
Palabras de Presentación
Por Iván Rodríguez

Duarte y nuestra meta de alcanzar sus ideales de patria libre y soberana.
Los ideales del padre de la patria Juan Pablo Duarte es una obra inconclusa desde el momento que los sectores conservadores encabezados por los hateros, declararon a los padres de la patria traidores y se adueñaron del poder, negociaron nuestra soberanía y truncaron los bellos ideales de duarte, de Patria libre y soberana, prospera y feliz.
Esa facción o fracción apatrida se ha prolongado en el tiempo, con muy ligeros y contados momentos donde los verdaderos dominicanos han podido lograr el poder, pero por breve tiempo porque el grupito de malos dominicanos con su basta experiencia y su poder económico y su contubernio con las potencias extranjeras ha logrado imponerse por la fuerza de las armas, de las artimaña o el fraude, nuestro país conoce de gobiernos liberales con un alto contenido patriótico muy breve en 1844- con la Independencia, 1865 con la Restauración, 1963 con el gobierno de Juan Bosch y 1965 con el gobierno en armas del Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, después toda la vida de la nación ha estado gobernado por los descendientes directos o ideológicos de los Santana, Báez, Trujillo y Balaguer, que le han servido fielmente a las potencias extranjeras que nos someten, saquean nuestras riquezas, dejándonos en la miseria, cercenan nuestra soberanía y nos hacen ser extranjeros en nuestra propia tierra.
Desde siempre la resistencia patriótica no ha cesado en busca de materializar los bellos ideales de nuestros patricios, recurriendo a diversas formas de lucha y buscando que los sectores afectados por esas políticas que nos imponen desde fuera, puesta en marcha por los malos dominicanos seamos capaces de darnos un proyecto de nación viable de acuerdo al pensamiento y los ideales duartianos y alrededor de él unirnos y luchar hasta alcanzar el poder para materializar las transformaciones sociales y políticas acorde al proyecto de nación soñado por el Padre de la Patria.
Pero ese grupito de malos dominicanos se ha encargado de mantener dividida la nación y los sectores progresistas y revolucionarios, a través de los más diversos métodos y formas que impidan que ese proyecto de nación encuentre cabida en el seno de los diversos sectores afectados por la desnacionalización a que someten a nuestro país. División, sectarismo, vanguardismo, oportunismo, la conversión de la política en negocio y no como lo planteó Duarte, y el bombardeo por todos los medios de políticas exógenas que han buscado y logrado la dispersión de lo más sano de la patria, lo que sin duda le ha permitido a esos descendientes de Santana mantener el poder y hacer del país lo que le ha dado la gana.
Son muchos los dominicanos y dominicanas que ante las penurias de la nación, ante la enajenación de la soberanía evocan a Duarte y hacen lo posible para que abrevemos en su rico ideario y nos impregnemos del patriotismo que necesitamos para que empujemos la lucha por rescatar la patria de manos de ese pequeño grupo de 20 familias que la tienen como su patrimonio, y seamos capaces de unirnos y arrebatarle el poder para instaurar un gobierno que haga de la patria un lugar de prosperidad y felicidad para todos los dominicanos.
Entre esos dominicanos que hoy levantan esa necesidad de volver a los ideales de Duarte para que enrumbemos la lucha por el camino del rescate de nuestra verdadera independencia y soberanía está Alfonso Torres Ulloa quién en este libro pretende llamar la atención de los sectores Patrióticos, Democráticos, progresista y revolucionarios para que retomemos a Duarte, unamos la nación y materialicemos sus ideales.
Al prologar este libro de Alfonso Torres Ulloa, un talentoso joven intelectual y patriota, tengo presente el contenido de sus criticas a la Izquierda, al defender su sana preocupación por el derrotero que lleva el país y la disgregación y división de los sectores de las fuerzas progresistas y democráticas y la necesidad que plantea de retomar el ideario y ejemplo del patricio, tomo en cuenta su sana inquietud por el encauzamiento de la revolución sobre la base de las tradiciones patrióticas de nuestros héroes y principalmente el ejemplo y el pensamiento de Juan Pablo Duarte.
Que se abran cien flores y compitan cien escuelas del pensamiento, porque podemos tener diferencias con lo que plantea o como lo plantea, pero se debe reconocer que lo hace con responsabilidad y altura, siempre con la visión que debemos modificar una conducta que no nos ha permitido sembrar la izquierda en el corazón del pueblo, y él lo plantea a partir de Duarte, nuestro padre de la patria, el héroe inmaculado.
Una parte de sus críticas son justas y a la hora de analizar esta obra debe servirnos para reflexionar porque dichas críticas no parten de alguien que quiere joder a la izquierda o hacerle un flaco servicio al enemigo, sino de un patriota no organizado que le duelen las dificultades por las que atraviesa el proceso y que quiere contribuir al avance del mismo y considera que para eso debemos retomar el camino de los patriotas.
Podría verse que en su defensa a Duarte, el ideólogo y propulsor del movimiento independentista margina a los demás padres de la patria, Sánchez y Mella, considero que su intención no es restarles meritos a los demás, sino que se inspira en el ejemplo de Duarte como la cabeza más preclara y pura de ese proceso.
En la lectura del contenido de este libro, el lector advertirá como el autor expresa la amargura en el que él patricio vivió y murió, puro viendo y sufriendo impotente como se entregaba la patria, como se corrompía el movimiento salpicando sectores que habían jurado fidelidad y como entregaban la patria a la anexión.
El movimiento independentista fue el blanco del enemigo, que primero lo subestimaron tachando el esfuerzo como de muchachos y luego aplicaron toda clase de represión incluyendo el destierro, el encarcelamiento y el fusilamiento y Duarte como ideólogo y propulsor de la idea de independizar la patria se convirtió en el enemigo más perseguido, el blanco, por la creencia de que si se elimina la cabeza, el movimiento se disgrega, primero por los haitianos y luego por el grupito de apátridas, los cuales hicieron todo lo posible por mantenerlo alejados del país, a pesar que siempre estuvo dispuesto hasta sus últimos años a honrar la enseña tricolor con su sangre.
Cuanto duele y cuanta indignación e impotencia sentimos ver como los descendientes de los Santana, Báez, Trujillo y Balaguer y Leonel venden la patria, como se gobierna para que esas 20 familias y el gran capital extranjero y nacional se roben las riquezas del país y sumen en la más espantosa miseria la mayoría de nuestro pueblo, y como sobre exploten a los dominicanos en beneficio de ese grupito.
Y hoy como ayer los que se suceden en el poder los vemos a las órdenes del imperio, cumpliendo mandatos de los procónsules que ese imperio tiene como embajadores en el país, lo que nos hace sentir que ciertamente cuanta falta nos hace Duarte, cuanto nos pesa que los dominicanos no dominemos su ideal, y eso permite que no se haya podido escarmentar a los traidores como se debe y que los buenos y verdaderos dominicanos seguimos siendo víctimas de sus maquinaciones, principalmente la juventud, a la cual se le está robando no solo la memoria histórica sino la esperanza y los sueños y su orgullo de ser dominicano y duartiano.
La mejor forma de educar es con el ejemplo y Duarte es el más vivo ejemplo de dignidad, decoro y amor por la patria, es el ejemplo para la juventud en la que él tanto confiaba para dirigir los destinos de la patria por un sendero de Patria Libre, soberana y feliz.
En esta obra el autor quiere dar a conocer de puño y letra del patricio parte de su ideario, y en las últimas dos cartas que están incluidas, deja claramente establecido que la defensa a la Santa Causa del país acompañó a Duarte hasta la tumba, que nunca dejó de luchar porque se concretizara el país que soñó, libre y soberano, no atado a ningún imperio y no sea jamás colonia de nadie, por eso su sentencia de que nuestra patria ha de ser libre e independiente de toda potencia extranjera o se hunde la isla.
Un aspecto de trascendental importancia de la obra es que el autor destaca la extraordinaria dedicación patriótica de toda la familia Duarte Diez, padres, hermanos, tíos, su desprendimiento para con la patria, porque ellos más que nadie supieron lo amargo de vivir sin patria por culpa de los apátridas, traidores y anexionistas.
Fue una familia de honor, hasta el punto que el menor de los hermanos Duarte Diez, Manuel, cuando a Juan Pablo Duarte lo declararon traidor a la patria junto a Sánchez y Mella, el impacto de tal felonía le hizo perder la razón.
La Familia fue desterrada, entre ellos Manuel, a los que, después de años de penurias, Buenaventura Báez por el reclamo popular le escribe una carta a las ya ancianas hermanas del patricio señalándoles que podían volver al país y Manuel al conocer dicha noticia al parecer recobró la razón y le señaló a sus hermanas que primero muerto antes de volver al país, por la afrenta de que fueron objeto los Duarte y el estandarte más puro, Juan Pablo.
Duarte se mantuvo sano de juicio y de corazón, porque tantos dominicanos sin juicio y sin corazón han vivido siempre conspirando contra la salud de la patria, hoy está enferma y necesita que todos a los que nos duele con el Patricio como estandarte retomemos el camino trazado por él y hagamos realidad de que nuestra patria ha de ser libre e independiente de toda dominación extranjera o se hunde la Isla.
Ser duartiano no es militar en una agrupación que dice ser abanderada de su pensamiento, es una conducta ante la vida y una práctica consecuente por y para la patria. La honradez de Duarte y su familia es el ejemplo que todo dominicano debemos seguir en el manejo de la cosa publica.
De la pluma de Alfonso Torres Ulloa encontraremos muchos juicios, algunos atrevidos, otros irreverentes, pero siempre planteados con franqueza y sinceridad y con el deseo de superar las dificultades del movimiento para seguir avanzando de la mano de Duarte.
Esta obra puede ayudarnos a comprender mejor la necesidad de la unidad y de retomar el pensamiento duartiano, para continuar su lucha hasta alcanzar una patria libre y soberana como él la soñó. Siento gran satisfacción por el honor dispensado de emitir estas humildes opiniones de este libro escrito por Alfonso Torres Ulloa, poeta, duartiano.

sábado, 2 de febrero de 2008

COMENTARIOS A UN LIBRO DEL POETA NICOLAS RODRIGUEZ RAMIREZ

Una Vista camino a Pedernales, nuestro sur profundo. Allí está Bahía de las Aguilas, Pelempito y balnearios lindisímos que debemos visitar. Conocer nuestras maravillas es multiplicar el amor patrio.

Por Alfonso Torres Ulloa

Ilusiones, Penas y Nostalgias

Es el título de un poemario que recoge iguales sentimientos y vivencias del autor. Un hombre oriundo de ese Sur profundo, de Salinas, Barahona. Allí miles de motivos y razones para aferrarse a la poesía, la naturaleza es hermosa.
Quien, desgarrada su alma, agarró el verso para liberar la vida y transitar la rutina cotidiana transformado en día la noche. El poemario es la descarga de una sola angustia.

El autor, Nicolás Rodríguez Ramírez, oriundo de Las Salinas, Barahona, es abogado y oficial de la Policía Nacional; es un joven inquieto y amante de las letras, es de los que cada día echan páginas a la izquierda. Estudió periodismo y locución. Anterior a este título había publicado “Amalgama de amor y desamor”. Ambos textos en versos, marcados por la soledad, la angustia, la ruptura, el desamor.

El autor admite, confiesa sus desgarramientos amorosos y en la inocencia propia del bardo canta y comparte sus cantos, y ese niño que cuelga del juglar muestra en fotografía a color el alma deshilachada sin miramientos, confiado en que los lectores son sus amiguitos y amiguitas de la escuela.

Ahí está la nobleza del vate. Y la proclama sin rubor, como un niño perdido en la cuadra de su casa, y nos dice el autor: “Yo no he conocido el alba, aunque siempre escucho decir que el sol sale para todos”. Es la tristeza que lo inunda, la impotencia.

Nos dice: “Solo sombras iluminan mi vida. Solo sombras en mi claridad veo. Solo sombras”. “Y las gaviotas cantan tristes, mientras posan sus patas, sobre la angustia que me abate”. Nicolás es el Poeta de la Angustia.

El autor flota en ese mar de angustia que lo domina y en el que vive su plenitud, la que es fuente de su creatividad poética y nos dice: “Si pudiera, dibujaría el rostro del viento, con el húmedo pincel de mis lágrimas”... “Si pudiera, no permitiría que llegue el día, hasta que dibuje con mis labios, la noche en tu piel”.

El poeta se angustia y reverdece en sus propios anhelos, es la fuente de su propia sabia y nadie nada puede hacer, es su alma que vive del desgarramiento, por eso su verso canta: “Voy a morir de sed, cuando viva en tus brazos y absorba el veneno de tus labios de muerte”.

“Moriré en el frágil espacio de tu cuerpo, en tu cima carnal, sensual y plena. Viviré muerto de tanto amarte”.

Leer la poesía de Nicolás es encontrarse con uno mismo en esa edad de fuerza e inconsciencia, de bríos y de timidez, de mudez amorosa que todos transitamos entre los 14 y los 17 años. De alguna manera en este poemario estamos reflejados, expresados, vivenciados, solo que todos no somos Nicolás. El decidió confesar su angustia y trabajarla en versos.

Nos confiesa el autor, en ese lenguaje transparente con que hilvana el verso: “Yo, soy lo que he soñado, o soy el alma de la nada”. “Todo y nada, soy lo que soy y no soy nada. Vivo en la comodidad del viento”. “Hoy sé, que soy el todo de la nada y lo único que soy... Soy yo.”

El juglar sabe que los dolores del amor no tienen más remedio que el tiempo, sólo él cicatriza las heridas del amor. Han dicho un clavo saca otro clavo. Falso. Yo que he sido un impenitente del amor sé que el tiempo lo cura todo y nos llena de olvidos y nuevas esperanzas, nuevas ilusiones.

Nicolás, embriagado de la candidez del poeta no tiembla en presentar su desgarradura y nos dice: “No quiero recordar tu engaño, pero llevaste en tu alforja mi vida y dejaste desnudo mi corazón ...” Pero el poeta no deja morir los sentimientos, a pesar del engaño, y dice: “estás en mi sueño como una pesadilla”... “déjame sepultar tu amor”.

Es claro, el vate está atrapado en un mar de angustia. Son esos sentimientos fuertes los que marcan la obra del poeta, en ellos encuentra la inspiración, en medio del dolor, de la zozobra, en medio de la nada es cuando florece la imaginación y rueda y entinta el papel, brota el verso. Es como la flor de loto, surge impecablemente blanca desde el lodo.

Porqué el Poeta de la Angustia? Todos sus versos, en ambos libros, están escritos desde la angustia, la ansiedad e intranquilidad; atravesados por el desasosiego, la zozobra, y expresan la tribulación de su alma; en cada verso no hay más que ansia y desazón. Es una confesión de que vivió a plenitud una etapa maravillosa de la vida, aquella en la que sentimos realmente que el corazón saldrá de nuestro pecho, de fuertes emociones.

Nicolás, ha trabajado sus libros con una sobriedad y una pureza del lenguaje propias del poeta hecho y derecho, de aquél que aún muriendo después de una larga vida literaria reivindica su primera obra como un hijo señero y ejemplar, del que ha vivido orgulloso.

Así que valoro positivamente la lectura del poemario Ilusiones, Penas y Nostalgias, del poeta Nicolás Rodríguez Ramírez.

Y para terminar dejo el último verso del Poeta de la Angustia: “Mientras llovía, la aridez consumió aquella pasión fingida que nos unió. Se despejó el cielo y los rayos del sol quemaron nuestro lecho y vi, una nube de aventuras desaparecer, mientras llovía, no desde el cielo, sino del alma mía”.

viernes, 1 de febrero de 2008

De Temblores Poéticos

Una vista camino a Pedernales, es algo paradisíaco; esto es una entrada para llegar luego a Bahía de las Aguilas.
Vale la pena conocer el sur profundo de la República Dominicana.

De Alfonso Torres Ulloa

Estás en mi

Estás lejos y te veo cerca
casi te toco con mis manos
te viste de azul oscuro
y te abraza al cielo, lo besa

tu profundidad es única,
virgen hasta siempre
desde mi altar me duermo en ti
como si estuviera a tu lado
eres inmóvil
y tempranamente amoroso

tu azul quiero yo vestir
e irme de fiesta, sin mochila
mas cargado de sueños,
tras una estrella
la que más brille
pero que pueda en verdad tocar
y vestirme de ti siempre

casi te toco mar mío
te miro desde el centro de mi altar
y siento que eres mío, tan lejano
tan cerca, tan inmenso
tan azul, con tu oleaje de espumas
de encajes blancos
para tu traje azul oscuro

en ti la tuve
allí a tus pies por primavera vez
y desde ti corrí sin saber de bellas artes
y casi muero de placer y miedo
mas ha sido lo mejor
para morir en paz

te veo y me visto de ti
con tu azul inmenso
y tus encajes blancos
hoy mi sirena de amor
es un canto de ti!

20/3/05