martes, 21 de julio de 2009

NO HAY OLVIDO, AMOR

Ni el silencio de la muerte
me llevará al olvido

te amo en silencio
y te amaré

este amor lo he cantado
y con su canto
ni la muerte lo arrebata

no hay olvido
el eco de mi voz
por tu amor
traspasará los umbrales
de la muerte que me espera
en mi canto eres eterna
y todo el amor vivirá...

sábado, 18 de julio de 2009

UNA CARTA DE DON AMERICO LUGO, PRINCIPE DE LAS LETRAS Y EJEMPLO DE DIGNIDAD


La Carta que marcó la desgracia de Don Américo Lugo frente al Sátrapa Trujillo. Una carta digna, la cual refleja su vocación cristiana y su amor por los pobres y compromiso con los humildes.

Ciudad Trujillo, Distrito de Santo Domingo,
13 de Febrero de 1936

Generalísimo
Rafael L. Trujillo.
Presidente de la República.
CIUDAD.-

Honorable Presidente:

En el discurso pronunciado por Ud. el 26 de Enero último al inaugurar el acueducto y el mercado de Esperanza, hace Ud. una afirmación que no puedo dejar pasar por alto, relativa al encargo que, a iniciativa de Ud. me fue propuesto por el gobierno dominicano y que, aceptado por mí, dio ocasión al contrato celebrado entre éste y yo en fecha 18 de julio de 1935, y en virtud del cual me he comprometido a escribir una nueva Historia de la Isla de Santo Domingo. Dicha afirmación es la siguiente: "Que Ud. me ha confiado el encargo de escribir, en calidad de Historiador Oficial, la historia del pasado y del presente".

Me veo en la necesidad de ocupar su elevada atención para manifestarle que no me considero historiador oficial ni obligado a escribir la historia de lo presente. No me considero historiador oficial, porque mi convenio excluye por naturaleza de toda idea de subordinación y debe ser cumplido exclusivamente bajo los dictados de mi conciencia.
No recibo órdenes de nadie y escribo en un rincón de mi casa. Tampoco me considero historiador del presente, porque, por el contrario, la cláusula primera de mi contrato con el Gobierno Dominicano excluye de manera expresa el escribir la historia del presente.
Dicha cláusula dice así: "El doctor Américo Lugo se obliga frente al Gobierno Dominicano a escribir una obra intitulada Historia de la Isla de Santo Domingo, que constará de cuatro volúmenes en octavo, de cuatrocientas páginas, más o menos, cada volumen; la cual comprenderá el período comprendido entre los años 1492 a 1899, o sea desde el descubrimiento de la isla basta la última administración del Presidente Ulises Heureaux inclusive. A partir de esa fecha, el Dr. Lugo se obliga a hacer en su obra un recuento histórico de las demás administraciones".
"Recuento" significa: Enumeración, inventario". En consecuencia, recuento histórico significa una enumeración de sucesos históricos; pero de ningún modo significa escribir la historia de dichos sucesos.
Y un recuento es lo único a que me he obligado, a contar de 1899 o sea de la última administración del Presidente Heureaux. El título de historiador oficial carecía de sentido aplicado a un historiador del pasado. No podría referirse sino a la persona nombrada para escribir la historia de la administración actual; y la historia de la administración actual está excluida de mi Contrato, con el Gobierno Dominicano, como lo está la de todas las demás administraciones públicas posteriores al 26 de julio de 1899. Yo manifesté al enviado de Ud. que mi deseo era y había sido siempre no escribir historia sino hasta el año 1886 solamente. Se me arguyó que mi historia quedaría muy atrás para los estudiantes; y en obsequio de éstos convine en alargarla hasta 1899 y en hacer un recuento o enumeración de sucesos históricos a contar de esa fecha, pero nada más.
A Ud. no podía sorprenderle que yo me negase a traspasar en mi historia, los linderos del siglo XX. Ud. recordará que en Marzo de 1934 Ud. me ofreció una fuerte suma de dinero para que yo salvara mi casa, a cambio de que yo escribiera la Historia de la Década, lo cual era proponerme que fuese su historiador oficial; y Ud. recordará así mismo que preferí perder mi casa, como efectivamente la perdí, contestando a Ud. en carta de fecha 4 de abril de 1934 lo siguiente: "Yo podría ser, aunque humilde, historiador, pero no historiógrafo...
Creo un error la resolución de escribir la historia de la última década. Lo acontecido durante ella está todavía demasiado palpitante. Los sucesos no son materia de la historia sino cuando son materia muerta. Lo presente ha menester ser depurado, y sólo el tiempo destila el licor de verdad dulce y útil para lo porvenir. Todo cuanto se escribe sobre lo actual o lo inmediatamente inactual, está fatalmente condenado a revisión.
La administración del general Vásquez y la de Ud. sólo podrán ser relatadas con imparcialidad en lo futuro. El juicio que uno merece de la posteridad no depende nunca de lo que digan sus contemporáneos; depende exclusivamente de uno mismo. Aparte de estas consideraciones decisivas, yo no podría escribir ese trozo de historia por dos razones: la primera, mi falta de salud; la segunda, mi falta de recursos. Recibir dinero por escribirla en mis presentes condiciones, tendría el aire de vender mi pluma, y ésta no tiene precio".

No cabe en lo posible que quién escribió a Ud. lo que precede, acepte, ahora ni nunca, el cargo de Historiador Oficial. Aunque Ud. hubiera de alcanzar y merecer todo lo que se propone y dice en su discurso, de lo cual yo me alegraría por el bien que reportaría el país, yo no sería su historiógrafo. No puedo serlo de nadie. Un historiógrafo o historiador oficial huele a palaciego y cortesano, y yo soy la antítesis de todo eso. No soy ni puedo ser sino un humilde historiador de lo pasado, y sólo como tal me he obligado con el Gobierno.
Un historiador oficial es un historiógrafo, y la diferencia que hay entre simple historiador e historiógrafo ha sido magistralmente expuesta por Voltaire en su"Diccionario Filosófico", vocablo "Historiografía", en donde dice: "Este título es muy distinto del título de historiador. Se llama historiógrafo en Francia al hombre de letras que está pensionado. Es muy difícil que el historiógrafo de un príncipe no sea embustero, el de una república adula menos, pero no dice todas las verdades.
En China los historiógrafos están encargados de coleccionar todos los títulos originales referentes a una dinastía... Cada soberano escoge su historiógrafo. Luis XIV nombró para este cargo a Pellisson. . . "
También se debe a mi exclusiva iniciativa la cláusula séptima del referido contrato del 18 de julio de 1935, cláusula que se refiere a la cesión de 5.000 ejemplares al Gobierno Dominicano. Esta no me exigió nada; pero yo no hubiera aceptado su oferta de escribir una historia sino a condición de ofrecer, a mi vez, la manera de reembolsar ampliamente la cantidad de dinero que costase escribirla y editarla. Es mi firme voluntad, sean cuales fueren las condiciones en que yo escriba mi Historia; poner desinteresadamente mi obra, por algún tiempo, a disposición del Estado.
He aceptado escribir una nueva historia de Santo Domingo a pesar de mi poca idoneidad por la razón capital expresada en 1932, en mi introducción al curso oral sobre historia colonial, cuando digo: "El efecto más doloroso para nosotros de la decadencia de la isla ha sido que, desde entonces, la historia de ésta quedó enterrada en los archivos coloniales; y allí está y estará hasta que la rescate de la noción que la conciencia nacional va creando de sí misma y tan poco a poco como lo requiere el hecho de que la formación de la conciencia nacional depende del conocimiento de la historia patria".
Cuando Ud. me propuso escribirla, envió a decirme que Ud. consideraba que prestaría un servicio eminente a las generaciones futuras aportando su concurso para que yo la escribiera, y yo acepté, por mi parte, el escribirla, con el único pero elevado propósito de contribuir, siquiera modestamente, a la formación de la conciencia nacional, que todavía no existe pero acepté teniendo cuidado en evitar, como se ve en las cláusulas primeras y séptima de mi contrato, que nadie pueda erróneamente figurarse que pertenezco a la farándula que sigue a Ud. como sigue a todos los potentados de la tierra, tratando de medrar a cambio de lisonjas.
Creo que, en honor a la verdad, si Ud. hubiera podido tener a mano y compulsar el contrato que he celebrado con el Gobierno Dominicano, no se habría expresado en la forma en que lo hizo, atribuyéndome un cargo que no tengo y una obligación que no me corresponde. Creo también que aunque Ud. me haya tratado muy poco, me conoce lo bastante, como me conoce todo el país, para saber que yo no me puedo consentir en verme uncido a ningún carro triunfal. La virtud y la ambición son en principio incompatibles.
Los vencedores no tienen entrada franca en mi cristianizado espíritu. Los que la tienen son los pobres y loshumildes. "Los humildes serán ensalzados y de los pobres es el reino de los cielos", dice el Evangelio. En cuanto a los grandes triunfadores, éstos pertenecen a la historia: ella se los entrega a la posteridad, y la posteridad ha de juzgarlos. No se puede formar Juicio histórico contemporáneo sin violar la jurisdicción de ese tribunal misterioso y supremo.
Yo no tengo "una mentalidad erudita". Sólo tengo ideas claras y rectitud de corazón. No he estudiado nunca por la simple curiosidad de saber, sino, conforme a Aristóteles, para ser bueno y obrar bien. En este sentido creo que la lectura de la historia es una suprema lección de moral. Es injustificado el desdén hacia la historia del pasado. No hay pasado obscuro. La obscuridad sólo está en nosotros. Es del pasado de donde viene siempre la luz con que vemos hoy con el espíritu las cosas, sencillamente porque no puede venir del porvenir.
El porvenir sería tan obscuro como la muerte, si no fuera porque la luz de lo pasado es tan potente que permite prever ciertos acontecimientos de un futuro próximo.Y la ciencia difícil del mando es la eminencia sobre la cual la historia proyecta con más claridad la luz. Aunque la marcha de la humanidad sea progresiva, el hombre de Estado debe abismarse en la contemplación de lo pasado, porque éste es raíz, tronco y savia de los frutos del presente, sin los cuales éste se marchitaría y se secaría como rama arrancada del árbol.
Antes de elaborar sucesos históricos es indispensable estudiar los sucesos realizados por las generaciones anteriores. Ellos son la experiencia de la vida; ellos suministran las reglas y modelos. Y de modo singular necesita el político el conocimiento del pasado de su pueblo, porque ese pasado es la cantera de los materiales apropiados para la fábrica de una obra política verdaderamente nacional. La índole de un pueblo no puede estudiarse sólo en su generación viviente. En política ninguna solución es fácil; ningún error es teórico.
Las disposiciones legislativas de un pueblo, aunque sean científicas; son perturbadoras cuando no respondan a sus necesidades, a su situación, opiniones y creencias. Lo que se llama reconstrucción nacional debe hacerse de acuerdo con lo pasado: la reconstrucción contra el pasado es pura ideología; es lo mismo que si para reparar un edificio, se prescindiese de él.
Los más grandes, guiadores de sociedades y de ejércitos han medido sus pasos por la lección de la historia y acuñado sus hazañas en este acerado y finísimo troquel. Los mejores reyes y capitanes de Grecia y Roma y del mundo se criaron y formaron en el regazo de la historia, y aún algunos magistralmente la escribieron. La almohada de Alejandro era la Iliada junto con su espada; César puso al lado de la suya sus admirables Comentarios; y Napoleón, en sus reflexiones sobre la campaña del Magno Macedonio, nos revela su atento y profundo estudio de lo pasado. El rey Alfonso el Sabio, el hombre más culto del siglo XIII, escribió la Historia de España para enseñar al pueblo español sus orígenes; también escribió la del suyo el profeta Moisés, mientras lo guiaba a la tierra prometida; y Mahomet el Conquistador leía y fundaba escuelas mientras combatía.
La excelsitud no se improvisa. Las grandes acciones exigen poderoso y cultivado entendimiento, y necesitan ser puestas, antes de ser realizadas con audacia, bajo el signo de la prudencia, virtud suprema del que manda y rige pueblos y que sólo se acendra en la lección atenta de la historia.
La actual generación dominicana es precisamente, en mi pobre concepto, la más desgraciada de cuantas han hollado con su planta el suelo de la isla sagrada de América.
Débese esto a la Ocupación Americana, que fue escuela de cobardía y envilecimiento, debilidad y corrupción, y cuya acción depresiva y deletérea destruyó la energía del carácter, la seriedad de la palabra, la vergüenza en el obrar, dejando, a la hora de la Desocupación, un pueblo muelle, despreocupado y descreído sobre esta tierra de acción y de fe, que fue almáciga de héroes desde los primeros tiempos del descubrimiento del Nuevo Mundo y que dio a éste, en el siglo XIX, un príncipe de la libertad en Francisco del Rosario Sánchez. Los poderes públicos deben estimular en nuestra juventud el florecimiento de aquellas energías de que dieron alta prueba Meriño frente a Santana, Luperón frente a España, Emiliano Tejera frente a Báez, Luis Tejera frente a la tentativa filibustera de 1905, y, frente al desembarco de los norteamericanos en San Pedro de Macorís, Gregorio Urbano Gilbert.
Es menester buscar al historiador dominicano que más se asemeje a Tucídides, para que evoque en toda su épica belleza el proceso glorioso de esta república nuestra durante la Anexión y riegue con la corriente y declaración de los sucesos antiguos los modernos, a fin de vigorizar la debilitada cepa del presente.
Mi creencia, cada vez más arraigada, de que el pueblo dominicano no constituye nación, me ha vedado en absoluto ser político militante. No he sido, dentro de los términos de mi país, ni siquiera alcalde pedáneo. En una serie de artículos publicados en 1899 y reproducidos luego en "A Punto Largo", he escrito lo siguiente: "Gobernar es Amar".
"Son, a mi ver, más compulsivos para el político que para el sacerdote los deberes de humanidad, dulzura, piedad y tolerancia, porque lo más grave de la ley es como afirma San Mateo, el juicio, la misericordia y la fe. Para mí la cuestión no es dispensar el bien y el mal como las divinidades antiguas, sino hacer el bien; es no adoptar resoluciones que no estén cimentadas en la rectitud del corazón, es dar al pueblo toda su personalidad enérgica y viril, fortificando diariamente su espíritu en el rudo ejercicio de la libertad, que es el único que produce los caracteres enérgicos que forman las naciones y mantienen independiente al estado de toda dominación extranjera; es proporcionar, no la educación meramente intelectual que sólo sirve para aumentar las filas de los peores auxiliares del poder, sino la que fecundiza, extiende y vivifica la libertad jurídica, hasta el punto de producir la libertad política, que es la verdadera libertad; es poner fuera de todo alcance los derechos del ciudadano y reducir al mínimum necesario los de los poderes públicos, es finalmente, consagrarse al bien público con perfecto desinterés material e inmaterial, amar la pobreza y practicarla, despreciar el aplauso en absoluto, adoptar sólo los medios que justifiquen la nobleza de los fines y acuñar la paz en las palabras, en las medallas, en los actos y en las almas.
Suplico a Ud. dispensarme por haberle distraído de sus importantes ocupaciones, y espero que Ud. no tendrá inconveniente en reconocer, como es de estricta verdad y justicia, que no estoy encargado de escribir la historia del presente, sino la del pasado hasta el 26 de Julio de 1899, y que lo único a que estoy obligado, respecto del presente es a hacer una enumeración de los sucesos históricos a contar de 1899, todo de conformidad a mi contrato con el Gobierno Dominicano, de fecha 18 de julio de 1935; y que es conforme a este criterio que debo continuar escribiendo la Historia de la Isla de Santo Domingo.
Soy de Ud. Honorable Presidente, con sentimientos de la consideración más distinguida.

AMERICO LUGO

martes, 14 de julio de 2009

AUN SUEÑO TU SUEÑO

Nada puedo sin ti en esta lejanía
todo tiene color gris, el cielo y el mar
las olas ya no son blancas, en la espuma
distinto todo es desde la ausencia

Contigo vibraba la vida y los antojos
sin ti todo es distinto, nada me contagia
los colores del día no distingo de la noche fría

Nada se me antoja en la ausencia
un suspiro al viento
y busco tu sonrisa clara
y el alfiler de tu mirada que invita

Rumbo claro camino al sol
cuando eres la lluvia lejana
y en tu cuerpo bañé las ganas
de acariciar los días en las noches...

sábado, 11 de julio de 2009

USTEDES Y NOSOTROS

De Mario Benedetti,

Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial

Nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual

Ustedes cuando aman
calculan interés
y cuando se desaman
calculan otra vez

Nosotros cuando amamos
es como renacer
y si nos desamamos
no la pasamos bien

Ustedes cuando aman
son de otra magnitud
hay fotos chismes prensa
y el amor es un boom

Nosotros cuando amamos
es un amor común
tan simple y tan sabroso
como tener salud

Ustedes cuando aman
consultan el reloj
porque el tiempo que pierden
vale medio millón

Nosotros cuando amamos
sin prisa y con fervor
gozamos y nos sale
barata la función

Ustedes cuando aman
al analista van
él es quien dictamina
si lo hacen bien o mal

Nosotros cuando amamos
sin tanta cortedad
el subconsciente piola
se pone a disfrutar

Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial

Nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual.

martes, 7 de julio de 2009

AMERICO VALENZUELA NOS ESCRIBE

POR UN MUNDO LLENO DE AMOR Y DE BONDADES
Américo Valenzuela G.
Circula en la Internet una secuencia fotográfica que muestra como un film, variados momentos del gesto solidario de un avecilla azul.
Las imágenes en vivo se corresponden con un instante profundamente dramático que pudo ser eternizado por medio de la cámara fotográfica.
El ave aparece en los cuadros fotográficos realizando ingentes esfuerzos por levantar del pavimento a su acompañante, quien previamente golpeado cae herido de muerte.
El acto en escena resulta increíblemente estremecedor y emotivo, y una verdadera enseñanza sobre el imperecedero y misterioso sentimiento de los seres.
Por la enorme cantidad de gestos y esfuerzos allí desplegados, a pesar de las limitaciones propias de un ave pequeña.
Pues solo ha de contar con su pico y sus alas, y a veces con sus patitas. Pero sobretodo con el inmenso deseo de ayudar a su amigo.
Amar rompe las limitaciones todas. Todos los parámetros. Todos los esquemas. Gestos como la bondad y la caridad son motorizados por sentimientos que no poseen fronteras.
Insólito! , es la palabra que emerge de adentro, si observamos las escenas. Asombrado se queda cualquiera ante el persistente y continuo empeño y esfuerzo por salvar al compañero de aventuras.
Hay que estar dotado de una verdadera dosis de amor para insistir tanto. Uno se pregunta entonces, al comparar actitudes, cual seria el grado de amor y de bondad que acompañaran al Cristo Jesús.
Al apersonarse ante la tumba de su Amigo, Lázaro, y llorarlo con ellos su muerte. Como si sintiera culpa por la ausencia, y no poder evitarlo. Para proceder a levantarlo de las cenizas, en un ingente esfuerzo que solo pudo resultar gracias al mas puro amor.
Al salvar a la hija de Jairo.
Cual calidad y cuan cantidad de amor y de bondad se requieren para ello..?
Cuanto amor derramo como para lograr levantarse en la resurrección, para vencer a la muerte y regresar a la vida..?
Cuanto amor requirió si ya no necesitaba volver a la carne. Y por amor a la humanidad asumió la responsabilidad de morir en la cruz en aras de mostrarnos una puerta y un sendero..?
Insólito!, es la palabra que emerge desde adentro. Insólito aparenta, después de todo, el retorno del Maestro a la Tierra.
Por un acto de Amor y Bondad.
En aras de reordenar Nuestro Mundo y su Raza Plano Ascendidos .
Hay tantos actos de amor en la tierra, tanta bondad derramados a diario.
Tantas Madres levantando sus hijos, tanta gente perdonando ofenzas… Nada supera amar y perdonar.

lunes, 6 de julio de 2009

DESPUES DEL SILENCIO

Mi voz se duerme en tu sonrisa

y aquella mirada de amanecer
que tienes colgada de tus ojos

es el silencio que acaricio
para olvidar la distancia

y cruzar el tiempo
colgado de tus recuerdos

y el amor cuajado
se hizo contra olvido

y en mi memoria
te llevo como la flor de otoño

no hay calvario en la distancia
un sueño de ternura
cabalga conmigo cada noche

es cuando el imposible
vuelve y atraviesa el tiempo
y nos quedamos en el recuerdo
y tu amor queda grabado
en la memoria eterna

y aquella luz de tu mirada
y la Nitidez de tu sonrisa
es el amor que no se marcha...

sábado, 4 de julio de 2009

EL POETA RECIBIO LOS LATIGAZOS DEL AMOR

Ella dijo "eres lo mejor que me ha pasado, no importa que esto acabe mañana ni cómo acabe", es claro que vivía el entusiasmo del amor.
Pero la vida continúa y el amor entra en la recta de la sinceridad y la realidad.
Cuando esto ocurre hay que preparar el alma, el cuerpo y los bolsillos.
Cuesta mantener el amor, es fácil iniciar y llevar un amor a la cumbre del romanticismo y la entrega; ahora mantenerlo en lo alto, es el reto, es lo difícil.
Entonces un día ella dijo "eres un estúpido, no haces más que entorpecer mi vida, no aportas nada; mi familia no te importa, he perdido mi tiempo contigo, sal de mi camino".
El tuvo paciencia y no respondió los insultos, pero sabiendo que la vida amorosa es azarosa por momentos.
Solo la poesía no basta, tampoco la cartera, solo la cama y el mueble tampoco bastan.

Es necesario una dosis adecuada de todas estas cosas.
A veces no importa los cuidados a la prole en ejemplos, educación y consejos, que es esencial, pero no siempre se tiene la madurez para entender el justo valor de esas cosas cotidianas, pero ausentes en la generalidad de las relaciones.

Ella no acepta dar explicaciones de llamadas a horas inusuales y de conversaciones en tonos invitacionales y de aceptación de insinuaciones, entonces pregunta "cuánto diste para comprar el celular, yo lo compré con mis cuartos, así que no me jodas"...
Es cuando el infeliz poeta de pueblo se da cuenta que sus minutos están contados y que ya está fuera del juego.
El amor ha cambiado de estación.

Otro sonido marca el destino de la vida, la manecilla del reloj sigue con su tic tac, el río sigue rumbo al mar y el poeta vuelve a la poesía.

jueves, 2 de julio de 2009

30 DE FEBRERO

Todo pasa en la vida
y bajo el sol
nada queda
solo cenizas de recuerdos
y un beso echado al viento
fija raíces en el tiempo

a veces queremos retener
lo que hace tiempo nos pasó de largo

a veces creemos tener
lo que nunca hemos tenido

y entonces musitamos
fuera de tiempo
y vamos sin rumbo
pensando que tenemos
lo que nunca fue nuestro

y ahí va el tiempo
a su velocidad
sepultando los amores
que nunca fueron

un beso es un soplo
del viento que nos cobija
y habitamos en unos labios
bajo el sueño de un amor
que jamás existió

y entonces despertamos
en el regreso de una pesadilla

un amor que nunca fue
es el día 30 de febrero
y yo pensando que era
y en ella nunca fui
y yo que me di por entero
en este sueño de 30 de febrero...